martes, 11 de septiembre de 2007

Adriana (1971)

Te conocí asi
como siempre lo había soñado,
solo una mirada y unas pocas palabras
sencillas y livianas
tu mano suave y tibia
sin decir nada, estrechaba la mia .
Dejastes que yo te abrazara
sin decir nada,
solo con la mirada;
tus labios suavemente los besaba
un beso lleno de pasión,
como tu y yo deseaba.
Fué un viernes por la tarde
grabado para toda la vida
un día de Venus en la estación
en un momento pensé,
que íbamos viajando en el trén
y tus labios sabrosos de miel
los estaba soñando,
tanto nos besamos
como si de un viaje largo yo regresaba
y tu en esa estación esperándome estabas.
Fué un gran momento,
perdí la noción del tiempo,
fué tarde, noche o mañana
te llamastes para mi Adriana.
Es como si una llama te iluminara
es tu boca y es tu mirada,
nos despedimos hasta otro día.
No quiero escribir
cuanto esperé,
cuanto te busqué
cuantas veces por ti pregunté;
me calmaba con el recuerdo de esa tarde.
Eras asi como la tristeza
eras asi como la lejanía,
eras como mi mejor melodía
eras todas las palabras;
que forman una poesía.